¿Qué pasaría si alguien te dice que tiene la clave para impulsar el desarrollo de niños(as) felices, autónomos, seguros, creativos, reflexivos, éticos, empáticos, amorosos, inteligentes…? Muchas familias buscan esas respuestas y los sectores comerciales lo saben. Por eso, diariamente nos llegan menajes publicitarios que ofrecen alimentos, juegos, productos y experiencias para “formar niños felices y sanos”. Nada más alejado de la realidad; consolidar infancias sanas y felices sólo es posible estableciendo un vínculo adecuado, un apego sano y una relación apropiada con los(as) cuidadores principales.