Encuentados
La lectura en casa, las historias y los cuentos han sido unos aliados en mi rol de madre, psicóloga y docente de primera infancia. Su uso permanente, consciente así como de manera divertida y creativa me ha permitido:
- Acercarme a la mirada mágica de los niños(as).
- Conectarme emocionalmente con mis hijos y fortalecer nuestro vínculo.
- Encontrar un lenguaje común con la primera infancia.
- Facilitar la adquisición de hábitos diarios y/o actividades de rutina (cepillado de dientes, baño, uso de la silla del carro, hora de dormir, entre otras).
- Acompañamiento en procesos madurativos (tales como, el control de esfínteres o el desarrollo del lenguaje).
- Apoyo en situaciones cotidianas que se convierten en un reto de crianza para mamás, papás o cuidadores principales; por ejemplo, la llegada de un(a) hermanito(a), un viaje, enfrentar duelos, cambios de casa o transiciones.
Estas experiencias son abrazadas y facilitadas por las vivencias, los significados y las emociones que despiertan el encuentro alrededor de leer un cuento, inventar o narrar una historia. En casa, consiste en tener una “cita” para preparar la entrada a un mundo mágico que nos permita imaginar, recrear y/o conocer personajes, vivir aventuras, soñar otros espacios, conectarnos a través de una voz y dejar huella en el corazón.
Buena lectura en cualquier momento
De manera frecuente, las familias asocian el uso de historias y cuentos con la rutina del sueño, lo cual es un hábito hermoso y muy importante. Sin embargo, soy una convencida que la lectura en casa tiene la posibilidad de ir más allá de un cuento en la noche; puede convertirse en una invitación diaria a vivir experiencias llenas de emociones, diversión y aventura.
Quizás en este punto se preguntarán, pero ¿cómo se logra eso? Por esta razón, les comparto 10 ideas prácticas para fortalecer la lectura en casa:
10 ideas prácticas para fortalecer la lectura en casa
- Organicen un espacio físico donde se dispongan los libros: es aconsejable que este lugar sea accesible a los niños(as) para que sean protagonistas del proceso.
- Siéntense a leer en familia con tus hijos(as): fomentar la lectura no es solo tener libros para que los niños(as) observen o jueguen, requiere de nuestro tiempo y disposición.
- Creen un lugar para leer cuentos de manera cómoda, sencilla y con la luz adecuada: aunque se pueden narrar historias en diferentes lugares, es recomendable tener un sitio destinado a ello que facilite la apropiación y disfrute de este hábito; sin embargo este espacio debe ser dinámico, explorando otros lugares de casa para leer o narrar historias.
- Utilicen otros lenguajes: cuenten la historia con sus cuerpos, acompañen la narración con gestos de la cara, movimiento de las manos y los brazos.
- Elijan cuentos adecuados a la edad de los niños(as), cada etapa se asocia de manera general a intereses y habilidades distintas, conocerlas facilita el disfrute de la lectura.
- Iniciar la lectura de cuentos desde la gestación o los primero meses de vida, facilita la incorporación de ese hábito de manera más sencilla y apoya el mantenimiento de tiempos de atención de acuerdo a la edad.
- Sean creativos, invente historias, personajes, aventuras, nombres y lugares. No deben ser diálogos extensos, pruebe con un minuto de creación diaria, les aseguro que sus hijos serán el público que más aplauda.
- Sean receptivos a las señales que emiten los niño-as, nadie más que ellos les mostraran que fue suficiente el tiempo de lectura, que quieren más historias, que cuentos quieren leer y que juegos pueden iniciar.
- Disfrute el momento, en ocasiones el mundo adulto pareciera cerrar la puerta al juego, la imaginación y la improvisación, dándole la bienvenida a la pena y la rigidez, las cuales no facilitan la conexión en la lectura.
- Que la historia no termine cuando cerramos el cuento, que esa sea una invitación a jugar, a movernos, a pintar y a crear nuevos diálogos, personajes y aventuras.
Anímate a poner en práctica algunas de estas ideas u otras que conozcas y comparte tu experiencia. Seguro será un hábito que disfrutarán todos en casa y sin darte cuenta, facilitarán otros procesos de crianza.